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Nota extraida de la revista ENFASYS www.enfa-sys.com publicada el 4 de Marzo de 2011

A partir de la resolución 45/2011, publicada en el Boletín Oficial el pasado 15 de febrero, el sistema de Licencias No Automáticas pasará a aplicarse a nuevas categorías de electrónica de consumo, tales como: notebooks; netbooks; celulares; cámaras digitales; filmadoras; reproductores de MP3 y MP4 con radio; monitores de tubo, LCD y LED sin DVI; DVDs hogareños, profesionales; reproductores de DVD con radio (únicamente de potencia superior a 60wrs); reproductores media player; grabadores; racks; y cooling fan grandes (más de 90 cm2 de carcasa), entre otros. También afecta la importación de cajas y embalaje de cartón plegable, no corrugado e impreso, que podrían acompañar a estos productos. En este sentido, Vernazza confirmó que el nuevo sistema no afecta ni a las tablets ni a las All-in-One.

La fecha fijada para la puesta en vigencia de la medida rige para nuevos embarques. En el caso que para dicha fecha los productos ya estuvieran embarcados y/o en zona primaria aduanera si bien no se aplica, el plazo para despachar será de 60 días corridos adicionales. Por este motivo, los primeros consejos para los importadores apuntaron a que procuraran embarcar todo lo posible antes de dicha fecha para así evitar la necesidad de licencia y, en caso de que embarcaran nuevos productos, que confirmaran que no estuvieran incluidos en los nuevos listados.

Según el despachante, la consecuencia inmediata fue y, seguirá siendo en el corto plazo, el incremento de las importaciones, dado que las empresas aceleraron al máximo los procesos para entrar a tiempo. “Por este motivo, suponemos que la balanza de pagos va a dar peor incluso de lo que estaba pensado hasta cumplirse los 60 días a partir del 7 de marzo, que será cuando realmente comiencen a regir las licencias no automáticas”. El nuevo procedimiento implica, en primer lugar, que los importadores estén inscriptos en Industria, para que, posteriormente, puedan hacer las solicitudes de licencias. Esta inscripción se hace por única vez y demora aproximadamente 60 días desde que se presentan todos los requisitos. Los productos de informática y electrónica de consumo afectados quedan comprendidos en el Certificado de Importación de Productos Varios (C.I.P.V.), creado por la resolución 61/2009. Un dato importante aportado por Vernazza es que dentro de estas licencias no automáticas hay ocho regímenes y si el importador ya está inscripto en alguno de ellos, a partir del 9 de marzo, podrá solicitar la ampliación a otro régimen. “Si bien no es inmediato, demorará menos que los 60 días que lleva la inscripción a Industria por primera vez”, explicó. Una vez inscripto, el importador deberá solicitar una licencia específica para cada embarque, identificando en cada caso la cantidad, modelo y valor unitario total de los productos que se ingresan.

A diferencia del modelo de licencias automáticas, que son aprobadas –sin excepción– entre 48 horas y diez días después de la solicitud, Vernazza advirtió que para las licencias no automáticas se establece un máximo de 60 días pero, en la práctica, no tardan menos de 100 días y no todas son aprobadas, con algunos casos excepcionales que se habilitaron a los 45 días. “No hay certezas sobre el tiempo que tardan en aprobar las licencias, fundamentalmente, porque depende de una decisión política. Incluso no todas son aprobadas y, en algunos rubros, han llegado a hacer una presentación judicial para poder liberar la carga”, explicó el especialista, a la vez que agregó que “una vez otorgada, la licencia tiene una vigencia de 60 días, por lo que es un esquema difícil de cumplir”. Según se desprende de la resolución y de las consultas realizadas, el sistema no tiene fecha de caducidad, ni tampoco prórrogas o ventajas por origen. Sobre este último punto, y tras las declaraciones realizadas respecto a que la medida no afectaría las importaciones desde países del MERCOSUR, Vernazza indicó que la resolución no exime estas operaciones aunque se pueda prever que en estos casos haya mayor flexibilidad. “Al estar Argentina dentro de la OMC, no puede exigir esta licencia a algunos países y al MERCOSUR no. Lo que puede hacer es, dentro del mismo esquema, ser más ágil con los países vecinos contra las importaciones provenientes de países extrazona, como por ejemplo China”, explicó. Consecuencias de la medida Más allá que en lo inmediato la medida provocó un incremento en las importaciones, a fin de ingresar la mayor cantidad de embarques posible antes que se implementen las licencias no automáticas, Vernazza opinó que, en el mediano y largo plazo, no sólo se retrasarán las importaciones sino que se reducirá el volumen de artículos ingresados. Más en detalle, estima que un importador podrá ingresar entre un 70% y un 80% de la cantidad total de unidades en comparación con 2010. Para quienes también exportan, se prevén ciertos privilegios, con lo que esta restricción sería menos exigente. El especialista hizo especial hincapié en que este sistema derivará en el incremento de los costos operativos, que subirán proporcionalmente en la medida en que el embarque tenga que esperar la aprobación de la licencia, ya sea en origen o en el destino. “Cuando uno sabe que la licencia se está por otorgar, hace embarcar la mercadería; pero cuando llega y no te otorgan el permiso se tiene que estar pagando terminales portuarias y depósitos de almacenamiento, lo que lleva a un incremento en los costos”, detalló.

Por otra parte, advirtió que “dependiendo del producto es también cómo va a afectar el nuevo esquema, ya que hay artículos que no soportan los plazos de este modelo, como por ejemplo los celulares, que cambian rápidamente los modelos, mientras que una notebook quizás soporta este esquema, más allá que se complica. Por otra parte, a los monitores sin entrada digital, que tienen una carga impositiva muy grande, también se les suma esta licencia, con lo cual no están prohibidos pero cada vez se pone más difícil poder importarlos”, opinó. Por último, Vernazza indicó que, hasta el momento, los fabricantes internacionales afectados por esta medida mantuvieron mucha reserva sobre cuáles serán los pasos a seguir, mientras evalúan qué modelo adoptarán para trabajar en el mercado local.

Por lo pronto, lo que es seguro es que impacto a mediano y largo plazo va a ser la reducción en las importaciones y el incremento de la fabricación en el sur. “Más allá que fomente la fabricación nacional también va a fomentar el contrabando”, sostuvo el despachante.